Como pudieron leer, durante toda la euforia de los festejos del bicentenario yo no estuve en el país, cosa que agradezco. No lo planeé así pero al final fue bueno ya que, de algún modo, me permitió ver las cosas de otro modo. Hay cosas que no dije y quisiera compartir ahora.
Como he dejado claro, yo soy un grinch de los festejos del bicentenario; veo tantas cosas mal, tan injustas, tan terriblemente equivocadas en mi país que simplemente no creo que haya motivos para festejar.
En primera, quiero dejar muy claro mi absoluto desacuerdo con los millones invertidos en un festejo hueco y superficial; por muy bien producido que haya estado. Me parece en extremo indignante porque no nos sobra el dinero para esas pendejadas. Pero para nuestra tranquilidad, no todo lo que vimos costó dinero: hubo miles de voluntarios que trabajaron sin recibir un centavo. ¿Extranjeros? Por supuesto que no. Los extranjeros sí cobraron y muy bien por venir a armar el numerito. Para variar, a quienes pusieron a trabajar sin cobrar fue a los mismos mexicanos. ¿Esto suena familiar?
Y por otro lado me pregunto, ¿en realidad somos independientes? Démosle una pensada: la tercera fuente de ingresos más importante del país son las remesas de ilegales que nos mandan de Estados Unidos; gente que se fue de México por falta de cualquier tipo de oportunidades. En otras palabras: miles de familias dependen de eso para subsistir. Me parece que más bien somos un co-dependientes. Llamarnos "Independientes", ¿Es un eufemismo? ¿Un tecnicismo? ¿No viene siendo como festejar que eres un "adulto independiente" y vivir en casa de tu abuelita sin pagar renta? Puede ser, aunque, en honor a la verdad y para ese caso, los United también son un poco co-dependientes de nosotros. Como diría Manolito, el de Mafalda: "No se puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás". Siendo los mexicanos -claro- la harina.
Algo falla con México, sin duda. Es tan absurdo que parece broma: más de la mitad de la población del país -algo así como 60 millones de mexicanos- vive en pobreza extrema y por otro lado, el multimillonario más rico del mundo es mexicano. Sí, más que Bill Gates ahora. Y eso es apenas la punta del iceberg porque toda nuestra sociedad está construida de esa forma. Es una desigualdad que se ha arrastrado por siglos pero que, de cara a un mundo globalizado sólo se exacerba: el rico será más rico gracias a/a costa de empobrecer al jodido. Por ejemplo: yo y mi eterno pleito con telcel. Que el dueño de esa infame compañía sea el más rico es una prueba de que el mal triunfó.
Incluso, a veces llego al cinismo absoluto y me pregunto: a pesar de todo, qué beneficios e implicaciones positivas (políticas, económicas, sociales) tendría el que en la actualidad perteneciéramos a España. ¿seríamos ciudadanos españoles? ¿tendríamos la posibilidad de trabajar legalmente en países de la Unión Europea? ¿Ganaríamos en euros?
¿SERÍA MEJOR?
Pues no, porque al final un pueblo vale por su identidad (chingona o pinche) y porque seguramente seguiríamos siendo ciudadanos de segunda, pero bueno... no está de más, piénselo un rato: "¿el chido de la película gacha o el gacho de la película chida?".
Y claro, festejar nuestra mexicanidad en pleno campo de batalla tampoco es una delicia: tan sólo el lunes de la semana pasada hubo -sí, en un solo día- cuatro balaceras en mi natal Tepic, ¡cuatro! Y en lo que va del sexenio se estiman algo así como 27 mil personas asesinadas, una cifra que simplemente rebasa todo. Una cabeza por ahí, una oreja por allá, una pata por acullá.
Y no es que de origen la idea de combatir el narcotráfico y el crimen organizado esté equivocada. Aunque quizá esta estrategia en particular no haya sido la más pintoresca. El gran problema es la corrupción, el cáncer del país que ha ido penetrando poco a poco todos los niveles. ¿Quién está del lado de quién? A diferencia de otros países donde esto podría sonar ridículo, en México no creemos en la policía ni en los gobernantes. ¿Por qué? Porque una parte de nosotros supone, casi a nivel inconsciente y automático, que hay grandes probabilidades de que pertenezca ya al otro bando.
En este país es de pánico loco ser un alcade que vaya contra los intereses de estas organizaciones. Sólo en lo que va del año van once alcaldes asesinados. Y de periodistas ni hablamos. Para ilustrar este párrafo iba a buscar imágenes pero mi buen gusto me impide publicarlas acá. Pero por mí no se detengan: busquen en Google images "narcofosa", "encuentran cadáver", "encuentran cabeza", etc. Nauseas bien chidas garantizadas.
Pero no es ése mi punto. Realmente lo que quiero decir es que a pesar de todo todo lo ya mencionado y más, muuuuuucho más, he estado pensándolo y mucho y he llegado a la conclusión de que sí debemos festejar. No la pendejada naquetina del zócalo. Festejar nuestra identidad. Y quí expongo mis motivos:
Un país no es sus gobernantes. Nuestra mexicanidad no puede depender del hombre que ocupa la presidencia. Nuestra identidad rebasa por mucho eso. En términos generales, el presidente y los partidos son un asunto administrativo que sí, obviamente termina por joder, pero que de ningún modo puede ser determinante para decidir festejar o no. En otras palabras, hablando de mi identidad como mexicano, ¿ésos qué? No es la fiesta de Calderón. La fiesta es nuestra.
Si bien el país se encuentra en una fase un tanto oscura, de peores hemos salido. El contexto social y político en la época de la revolución no era mucho menos sanguinario. Y me parece necesario recordar que históricamente, ninguno de los grandes cambios sociales fue fácil jamás y siempre fue necesario que hubiera sangre derramada, nos guste o no. Habrá que esperar para ver si en retrospectiva todo lo que ocurre es un 'mal necesario'. Nadie puede afirmarlo ni negarlo hoy.
México es un ENORME país. Por miles de razones puedo afirmar que tenemos una identidad POCA MADRE. Por supuesto que es valiosísimo ser independientes aunque no ganemos en euros. ¡Por supuesto que merece la pena festejar nuestra independencia! Como México no hay dos. No puedo entrar en muchos detalles porque no acabaría; pero sí, a pesar de mi amargura, cuando no estoy en el país y platico con extranjeros que me piden que les hable de México, se me nota el amor y no puedo evitarlo. Me siento orgulloso de ser mexicano. Y este orgullo no depende de Calderón. No depende del PAN. No depende de los narcotraficantes. Este orgullo es mucho más profundo.
Aquí una bellísima imagen llena de orgullo. ¡Pos qué ching'aos!
Sí, reitero mi desacuerdo con el enfoque que el gobierno dio a los festejos y la ridícula cantidad gastada en algo tan efímero. Reitero mi consternación por la negra situación en que nos encontramos. Reitero que estamos lejos, muy lejos del país que podríamos ser con todos los valores y recursos que tenemos.
Pero nada de eso hace que me sienta menos mexicano. Y estando lejos el 15 de septiembre, mientras leía comentarios en twitter y facebook del festejo, me asomé por la ventana de mi hotel y vi París: lucía precioso, de noche, con muchas luces y monumentos espectaculares. Pero no era mío. No era yo. No era mi país. Confieso que mi duro corazón se ablandó y me sentí muy conmovido: extrañé México.
Un poco tarde, pero sí, sin duda: que viva México, cabronas.
Y para celebrar nuestra mexicanidad, qué coloso ni qué la madre. En este hermoso servi-blog vamos a celebrar con algo muy nuestro, el humor. Aquí una pequeña galería de esos íconos culturales mexicanísimos. Esas cosas tan nuestras que nos representan en el mundo...
Empecemos por el dibujo animado mexicano más famoso:
Seguido por nuestro muy digno representante mexicano en el célebre videojuego Street Fighter. Según sé, es el tiene los combos más pinches de todos pero ¡HEY! tiene un chaleco con barbitas y plumas en la cabeza.
Luego la mujer que nos hizo a los mexicanos recobrar la fe en los sueños. Nos recordó que no sólo hay feos y bigotonas en México: si le espulgamos bien, también hay una que otra mona.
La percepción de la vestimenta de los mexicanos según la televisión gringa. Aquí una foto de la mexicanísima (aunque interpretada por una hondureña) Ugly Betty y su poncho fashion de 'Guadalajara'. ¿Qué mexicano no guarda uno así en su clóset?
Y para cerrar con broche de oro:
Besos mexicanos para ustedes, mis finísimos lectores. Mucho mejor el beso mexicano que el beso francés. ¿Cómo es? Cuando me encuentren en persona pregúntenme y les hago la demostración, jajajaja.
Thursday, September 30, 2010
HECHO EN MÉXICO
Monday, September 27, 2010
ASTRID HADAD - EL CALCETÍN
Mis muy finísimos lectores.
La espera fue larga pero ha llegado a su fin... POR FIN EL ESTRENO.
Este hermoso blog se enorgullece de presentar para ustedes el videoclip oficial de la canción "El Calcetín" de Astrid Hadad:
El video, como pueden ver, también cuenta con la participación especial de Darío T. Pie (como la Roña), Alberto Estrella, El Hijo del Santo y la mismísma Yolanda Montes "Tongolele".
Como les conté aquí, en mayo tuvo lugar el rodaje de este video, pero el lanzamiento oficial fue el pasado fin de semana durante el estreno del espectáculo 'El bicentenario del aguante'. Y hoy, lunes, es el lanzamiento oficial en internet. También puede ser encontrado en los espacios oficiales de Astrid en internet, facebook, youtube, myspace y próximamente también en iTunes Store, donde ya pueden encontrar todos los discos de Astrid.
Aquí una foto del making:
Ésta es, seguramente, la canción más famosa de Astrid que, como saben, es una de las máximas exponentes del show de cabaret en México. Tiene seis discos y una muy exitosa trayectoria de 25 años. Es conocida en todo el mundo como la creadora del "heavy nopal" y me considero privilegiado por ser su amigo no sólo por la enorme artista que es, sino porque es toda corazón.
Aquí les comparto un link para un premiado documental que hicieron sobre ella para que la conozcan un poco más.
A través de este espacio, agradezco el honor de permitirme dirigir este video. Es delicioso trabajar con ella y su equipo de profesionales, encabezado por mi querida Michelle. Agradezco también al productor, Edgar Barrón y a todos quienes pusieron su corazón -sangrante y dolorido- en esta producción.
Dejen sus comentarios, cuenten qué les pareció.
¡¡¡Abrazos y besos calcetinescos!!!
La espera fue larga pero ha llegado a su fin... POR FIN EL ESTRENO.
Este hermoso blog se enorgullece de presentar para ustedes el videoclip oficial de la canción "El Calcetín" de Astrid Hadad:
El video, como pueden ver, también cuenta con la participación especial de Darío T. Pie (como la Roña), Alberto Estrella, El Hijo del Santo y la mismísma Yolanda Montes "Tongolele".
Como les conté aquí, en mayo tuvo lugar el rodaje de este video, pero el lanzamiento oficial fue el pasado fin de semana durante el estreno del espectáculo 'El bicentenario del aguante'. Y hoy, lunes, es el lanzamiento oficial en internet. También puede ser encontrado en los espacios oficiales de Astrid en internet, facebook, youtube, myspace y próximamente también en iTunes Store, donde ya pueden encontrar todos los discos de Astrid.
Aquí una foto del making:
Ésta es, seguramente, la canción más famosa de Astrid que, como saben, es una de las máximas exponentes del show de cabaret en México. Tiene seis discos y una muy exitosa trayectoria de 25 años. Es conocida en todo el mundo como la creadora del "heavy nopal" y me considero privilegiado por ser su amigo no sólo por la enorme artista que es, sino porque es toda corazón.
Aquí les comparto un link para un premiado documental que hicieron sobre ella para que la conozcan un poco más.
A través de este espacio, agradezco el honor de permitirme dirigir este video. Es delicioso trabajar con ella y su equipo de profesionales, encabezado por mi querida Michelle. Agradezco también al productor, Edgar Barrón y a todos quienes pusieron su corazón -sangrante y dolorido- en esta producción.
Dejen sus comentarios, cuenten qué les pareció.
¡¡¡Abrazos y besos calcetinescos!!!
Wednesday, September 22, 2010
NORMANDÍA
Mis finísimos lectores:
La vacación bloguera terminó. ¡Estoy de regreso y con muchas cosas para compartir y publicar en este bonito espacio!
Les cuento un poco de las últimas semanas. El productor Edgar Barrón y yo fuimos invitados a un festival de cine en Normandía, Francia. Lo que este festival hace es convocar realizadores de cine de muchos países, Canadá, EEUU, Bélgica, Israel, Austria, Alemania, Madagascar, Japón y otros.
El propósito es trabajar durante los días que dura el festival en la producción de cortometrajes (también conocidos cono 'kinos', por el esquema en que son realizados en este caso). Algo similar a los encuentros a los que hemos asistido en Québec, y de los que les he contado en este blog. La posibilidad de trabajar con personas de diferentes lugares es muy enriquecedora porque expande muchos los horizontes.
El Festival otorga todo el respaldo para poder producir. Ellos ponen el equipo de cámara e iluminación, departamento de vestuario y maquillaje, carpeta de actores, salas de edición, salas de mezcla 5.1, etc. Todo mediante el patrocinio de algunas empresas muy chonchas.
Aquí les comparto una fotografía muy linda de cuando terminamos el primer día de rodaje. Parte del crew caminando por la playa:
Fue una experiencia abrumadora en todos los sentidos: pasamos diez días durmiendo poco, exhaustos, trabajando como locos. Al final ya estábamos como calcetines viejos y no exagero: hubo un punto en que ya no sabía si era día o noche; parte por el jet lag que traíamos y parte porque las salas de edición donde pasé mucho tiempo estaban completamente aisladas. En resumen: nos metimos una gran chinga. Y no sólo eso, a nivel emocional yo viví un impacto bastante fuerte, tuve que asimilar muchas imágenes, muchas situaciones, todo, en unos pocos días.
Pero al mirar en retrospectiva el trabajo que hicimos, nos sentimos muy satisfechos. Además de muy agradecidos por la oportunidad: filmar en Francia es un enorme privilegio. Particulamente en esta región, Normandía, donde hace 65 años tuvo lugar el desembarco más important en la historia de la humanidad: los aliados invadieron Europa y se inició el ataque final contra la Alemania nazi.
Por supuesto, me reservaré por ahora demasiados detalles de las dos películas que filmamos allá. Ya les iré contando en posteriores entradas. Sin embargo, sí quiero compartirles estas imágenes "playeras" extraidas de las pelis:
Las dificultades para filmar en Normandía, sin embargo, no fueron pocas: yo no lo sabía pero esa región francesa es especialmente conocida por sus hermosos paisajes retratados en innumerables pinturas; pero también es famosa por sus súbitos -y radicales- cambios de tiempo atmosférico.
Nunca en mi vida había visto tantos cambios en menos de 24 horas. Podía caer una tormeta durísima y quince minutos el cielo estaba absolutamente despejado y soleado.
Una de las cosas más curiosas a las que me enfrenté fue el mar. Todos sabemos que, por influjo lunar, la marea sube algunos metros por la noche. Pero normalmente no son más de unos 4 o cinco menos los que sube.
Pues bueno, para mi ENORME sorpresa, el mar en esta región puede recorrerse muchísimo. Un día filmamos en la playa sin problema alguno; al día siguiente regresamos y el mar simplemente no estaba: se había alejado al menos un kilómetro y medio. Así que tuvimos que ir a perseguirlo.
Es tanta la variación que existe una página web en la que puede consultarse qué tan lejos o cerca se encontrará. Eso sí que es toda una curiosidad.
¿Algo positivo de estos cambios constantes? Es frecuente toparse con algún arcoiris. Yo nunca antes había visto uno que efectivamente dejara ver la forma completa del arco, siempre fragmentos y aquí lo vi. Qué lastima que no sale completo en la foto, pero aquí lo que pude captar:
Antes de despedirme, un anuncio: el próximo fin de semana se estrena el nuevo espectáculo de mi querida Astrid Hadad, "El bicentenario del aguante" en el Teatro Blanquita. Dentro de espectáculo se estrenará el videoclip de El Calcetín, que como les conté, dirigí para ella. Estoy seguro que el show será extraordinario y vale mucho la pena. Los boletos están a la venta en ticketmaster.
Hay muchos posts que iré publicando en los próximos días. El autor de este finísimo blog ha regresado con enorme entusiasmo de entreteneros, majos.
Y les diré algo: me ha hecho muy, muy feliz darme cuenta que a pesar de no haber escrito en tres semanas, las visitas a este blog se han mantenido bastante altas. Gracias por seguirme, por su lealtad y su cariño. Los quiero, tesooooooros.
Hasta pronto, finísimos lectores.
La vacación bloguera terminó. ¡Estoy de regreso y con muchas cosas para compartir y publicar en este bonito espacio!
Les cuento un poco de las últimas semanas. El productor Edgar Barrón y yo fuimos invitados a un festival de cine en Normandía, Francia. Lo que este festival hace es convocar realizadores de cine de muchos países, Canadá, EEUU, Bélgica, Israel, Austria, Alemania, Madagascar, Japón y otros.
El propósito es trabajar durante los días que dura el festival en la producción de cortometrajes (también conocidos cono 'kinos', por el esquema en que son realizados en este caso). Algo similar a los encuentros a los que hemos asistido en Québec, y de los que les he contado en este blog. La posibilidad de trabajar con personas de diferentes lugares es muy enriquecedora porque expande muchos los horizontes.
El Festival otorga todo el respaldo para poder producir. Ellos ponen el equipo de cámara e iluminación, departamento de vestuario y maquillaje, carpeta de actores, salas de edición, salas de mezcla 5.1, etc. Todo mediante el patrocinio de algunas empresas muy chonchas.
Aquí les comparto una fotografía muy linda de cuando terminamos el primer día de rodaje. Parte del crew caminando por la playa:
Fue una experiencia abrumadora en todos los sentidos: pasamos diez días durmiendo poco, exhaustos, trabajando como locos. Al final ya estábamos como calcetines viejos y no exagero: hubo un punto en que ya no sabía si era día o noche; parte por el jet lag que traíamos y parte porque las salas de edición donde pasé mucho tiempo estaban completamente aisladas. En resumen: nos metimos una gran chinga. Y no sólo eso, a nivel emocional yo viví un impacto bastante fuerte, tuve que asimilar muchas imágenes, muchas situaciones, todo, en unos pocos días.
Pero al mirar en retrospectiva el trabajo que hicimos, nos sentimos muy satisfechos. Además de muy agradecidos por la oportunidad: filmar en Francia es un enorme privilegio. Particulamente en esta región, Normandía, donde hace 65 años tuvo lugar el desembarco más important en la historia de la humanidad: los aliados invadieron Europa y se inició el ataque final contra la Alemania nazi.
Por supuesto, me reservaré por ahora demasiados detalles de las dos películas que filmamos allá. Ya les iré contando en posteriores entradas. Sin embargo, sí quiero compartirles estas imágenes "playeras" extraidas de las pelis:
Las dificultades para filmar en Normandía, sin embargo, no fueron pocas: yo no lo sabía pero esa región francesa es especialmente conocida por sus hermosos paisajes retratados en innumerables pinturas; pero también es famosa por sus súbitos -y radicales- cambios de tiempo atmosférico.
Nunca en mi vida había visto tantos cambios en menos de 24 horas. Podía caer una tormeta durísima y quince minutos el cielo estaba absolutamente despejado y soleado.
Una de las cosas más curiosas a las que me enfrenté fue el mar. Todos sabemos que, por influjo lunar, la marea sube algunos metros por la noche. Pero normalmente no son más de unos 4 o cinco menos los que sube.
Pues bueno, para mi ENORME sorpresa, el mar en esta región puede recorrerse muchísimo. Un día filmamos en la playa sin problema alguno; al día siguiente regresamos y el mar simplemente no estaba: se había alejado al menos un kilómetro y medio. Así que tuvimos que ir a perseguirlo.
Es tanta la variación que existe una página web en la que puede consultarse qué tan lejos o cerca se encontrará. Eso sí que es toda una curiosidad.
¿Algo positivo de estos cambios constantes? Es frecuente toparse con algún arcoiris. Yo nunca antes había visto uno que efectivamente dejara ver la forma completa del arco, siempre fragmentos y aquí lo vi. Qué lastima que no sale completo en la foto, pero aquí lo que pude captar:
Antes de despedirme, un anuncio: el próximo fin de semana se estrena el nuevo espectáculo de mi querida Astrid Hadad, "El bicentenario del aguante" en el Teatro Blanquita. Dentro de espectáculo se estrenará el videoclip de El Calcetín, que como les conté, dirigí para ella. Estoy seguro que el show será extraordinario y vale mucho la pena. Los boletos están a la venta en ticketmaster.
Hay muchos posts que iré publicando en los próximos días. El autor de este finísimo blog ha regresado con enorme entusiasmo de entreteneros, majos.
Y les diré algo: me ha hecho muy, muy feliz darme cuenta que a pesar de no haber escrito en tres semanas, las visitas a este blog se han mantenido bastante altas. Gracias por seguirme, por su lealtad y su cariño. Los quiero, tesooooooros.
Hasta pronto, finísimos lectores.
Thursday, September 02, 2010
LA VACACIÓN BLOGUERA
Mis finísimos y bienamados lectores.
Como seguro habrán notado, en los últimos días no he blogueado de manera tan constante como es habitual. Esto se debe a que he andado muy en chinga y no he podido sentarme a dedicarle a este bonito espacio el cariño y la atención que se merece.
En mi defensa les cuento que la ausencia se ha debido por completo a actividades relacionadas con el cine, así que de algún modo, vale la pena. Ya les iré contando todas las novedades.
Por lo pronto les cuento que ahora mismo estamos en Francia. Acabamos de llegar a París y aún estoy un poco madreado del vuelo; pero no quise dejar pasar más tiempo sin posetar algo acá, y de paso compartirles una fotuca.
Andamos acá porque mañana, el finísimo productor de cine Edgar Barrón y su servidor partimos a Trouville donde vamos a estar filmando un nuevo proyecto cinematográfico que seguramente será la delicia de chicos y grandes.
Y bueno, el punto es que los siguientes días estarán un poco agitados y, ante la duda de si podré o no publicar contenidos con la calidad a la que este blog los tiene acostumbrados, mejor me tomaré unos días de vacación bloguera pa' no quedarles mal.
Espero su compresión y les aseguro que serán muy compensados porque vienen cositas muy candentes e interesantes en éste, su seguro serviblog.
Como siempre, les sugiero volverse suscriptor de este espacio para ser notificado cuando haya nuevo post. Anótense aquí a la derecha ----->
Y si tienen twitter, pues síganme: www.twitter.com/elastronauta
Abrazos y besos cachondos.
Los dejo con una foto de una lata de Coca-Cola que, no sé por qué, me hizo mucha gracia. Quizá porque son unas chanclas muy desenfadadas, jajaja.
Como seguro habrán notado, en los últimos días no he blogueado de manera tan constante como es habitual. Esto se debe a que he andado muy en chinga y no he podido sentarme a dedicarle a este bonito espacio el cariño y la atención que se merece.
En mi defensa les cuento que la ausencia se ha debido por completo a actividades relacionadas con el cine, así que de algún modo, vale la pena. Ya les iré contando todas las novedades.
Por lo pronto les cuento que ahora mismo estamos en Francia. Acabamos de llegar a París y aún estoy un poco madreado del vuelo; pero no quise dejar pasar más tiempo sin posetar algo acá, y de paso compartirles una fotuca.
Andamos acá porque mañana, el finísimo productor de cine Edgar Barrón y su servidor partimos a Trouville donde vamos a estar filmando un nuevo proyecto cinematográfico que seguramente será la delicia de chicos y grandes.
Y bueno, el punto es que los siguientes días estarán un poco agitados y, ante la duda de si podré o no publicar contenidos con la calidad a la que este blog los tiene acostumbrados, mejor me tomaré unos días de vacación bloguera pa' no quedarles mal.
Espero su compresión y les aseguro que serán muy compensados porque vienen cositas muy candentes e interesantes en éste, su seguro serviblog.
Como siempre, les sugiero volverse suscriptor de este espacio para ser notificado cuando haya nuevo post. Anótense aquí a la derecha ----->
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Abrazos y besos cachondos.
Los dejo con una foto de una lata de Coca-Cola que, no sé por qué, me hizo mucha gracia. Quizá porque son unas chanclas muy desenfadadas, jajaja.
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