SOMEWHERE OVER THE RAINBOW (PARTE 1 DE 3)

Éste es un pequeño cuento... (con peras y manzanas, o casi)

Había dos niños rubios y uno moreno. Cuando los rubios conocieron al moreno vieron que era muy diferente a ellos.
Los rubios, ante lo desconocido y al no entender muy bien en qué consistían las diferencias, optaron por lo más sencillo: señalarlo y discriminarlo.
Lo humillaron y se burlaron de él principalmente creyendo que su color de piel era una enfermedad o una depravación. El niño moreno, sin embargo, no era culpable de nada. Él había nacido así, y no escogió el color de piel. Sin embargo era, en automático, atacado y discriminado, como si hubiera hecho algo malo que le hubiera hecho merecedor de un castigo.
Lo más absurdo sucedió cuando los niños rubios no encontraron argumentos sólidos para sostener su prejuicio contra el moreno, encontraron conveniente decir que no eran ellos sino Dios mismo quien decía que era un pecado y que iba en contra de la naturaleza. El niño moreno no lograba comprender por qué Dios que, supuestamente lo había creado, ahora no lo quería y lo despreciaba.
El niño moreno, cansado de vivir en el desprecio y señalado, se encontró que tenía dos opciones: 1) podía maquillar su rostro con talco para verse lo más blanco posible. Desde luego no engañaría casi a nadie, pero su esfuerzo por encajar al menos sería bien visto cuando menos por bienintencionado. 2) Podía vivir plenamente su color natural de piel y dusfrutarse tal y como era.
Usando lo poco que le quedaba de dignidad, optó por la segunda opción. Y durante un tiempo fue muy feliz. Se sintió conforme con lo que era, en el espejo veía un moreno muy guapo, se sentía pleno. Completo.
La felicidad, sin embargo, no duró mucho tiempo. Los niños rubios al ver al moreno lucir su "morenez" por la calle con la frente tan en alto lo consideraron una enorme falta a la moral que atentaba contra las buenas costumbres y los hábitos que han conformado una hermosa sociedad de pieles blancas.
Los niños rubios consideraron intolerable esta situación. El cuerpo sin vida del niño moreno fue encontrado algunos días después lleno de golpes.
La sociedad, tan sana y perfecta, se sintió aliviada: el moreno que pudo ser una plaga había desaparecido. Tanto los blancos como todos aquellos usando talco sobre el rostro, suspiraron con tranquilidad: la vida era blanca y hermosa otra vez.

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Datos duros:

- En 1973 la American Psychiatric Association removió la homosexualidad del Manual de Diagnóstico de Enfermedades Mentales. Es decir, desde entonces, dejó de ser considerada como una enfermedad ante la ciencia.

- La comisión para los derechos humanos tiene un registro de 464 crímenes de odio contra homosexuales en México entre 1995 y 2007. En Brasil fueron asesinados 122 homosexuales en 2007 y en México ocurren en promedio 35 cada año.

- Sólo entre el 51 y el 60% de la población de México opina que la homosexualidad debe ser aceptada como parte de la sociedad. Más del 40% lo considera intolerable.

- Aunque hasta hace poco se desconocía si la homosexualidad era innata o aprendida, los estudios más recientes señalan que se nace con ella. Al igual que el color de piel o la estatura, es un rasgo de personalidad que no se elige. Es una situación genética.

- Muchas de las más grandes leyendas y pilares de la sociedad actual han sido homosexuales. Mucho del desarrollo del mundo en cuanto a lo cultural, científico, artístico, etc. se le debe a gays destacados. Pueden buscar en internet múltiples listados de gays célebres y podrán notar cuánto les debemos.

Nadie elige ser homosexual y en un mundo tan lleno de pendejos, quien la acepta y vive con dignidad, debe ser considerado digno de respeto. O, lo que es lo mismo, PARA VIVIR COMO GAY, SE NECESITA SER MUY HOMBRE.

Y los dejo con la foto de un gran pendejo que se cree que sabe lo que Dios odia.


Este post aparece en el contexto de múltiples discusiones sobre la legislación y legalización de los matrimonios gay en México. Es la primera de tres partes. Estén pendientes de las siguientes.