Sunday, May 03, 2009

NIÑO FRIKI

Siempre, desde niño, he sido muy, muy raro.
Pero particularmente al tratarse de crisis, pandemias y desgracias naturales, he tenido desde siempre un muy peculiar y negro sentido del humor. No bonito.

Les cuento una:
Yo vivía en el DF en 1985 y con sólo dos años de edad, me tocó vivir el terrible temblor. Desde luego, no recuerdo prácticamente nada pero después, con el tiempo, mi papá y Racruel me han contado mis reacciones "post-terremoto".

Durante las semanas posteriores, todos los días iba con mi mamá y, con sonrisa perversa, preguntaba: "Mami, ¿Hoy no va a haber temblorcito? ¡QUIERO TEMBLORCITO!".

La pobre se quedaba helada mirando a todos lados.

Otra:
Cuando yo era niño tenía una casita de tela que se sostenía con tubitos de plástico de aproximadamente unos 120 cms de altura. Tenía dibujos de conejos, por lo que la llamábamos "la casita de los conejos". Era una casa similar a la que muestro a continuación:

En repetidas ocasiones mis papás me encontraron agitándola fuertemente y gritando como loco, con gesto morboso y sonrisa diabólica: "TEMBLOOOR TEMBLOOOR!!!!"

Mis papás se miraban uno a otro y se preguntaban: "¿Qué hicimos mal?"

Repito, yo tenía dos años... He sido un enfermito desde entonces... Así que no me culpen por mi condición actual. jajaja

¿Ustedes tuvieron casita de conejos? ¿O yo fui el único con esa mariconería fantástica? jajaja

11 comments:

El Productor said...

Siempre me han parecido graciosas tus anécdotas de la infancia y así, de lejos, se escucuchan muy divertidas.

Sólo una advertencia: NI SE TE OCURRA despertarme alguna vez para decirme: temblooor tembloorr!

Anonymous said...

Gonzo

Cuando vi tu foto esa y leí la historia me vino a la mente la musiquita de Psycho... TRA TRA TRAAA

Paty Ring said...

Poco a poco todo va teniendo sentido. Ahora entiendo más cosas. jajaja

il Dragon said...

Ya te imagino a bordo de tu triciclo, a madres por tu casa y la pobre doméstica arriba de un banquito limpiando las costosas lámparas de cristal cortado de tu mansión... y después... gritos... sangre... muerte... aaahh no eda? esa era una película... pero aún ese niño se veía tierno en su foto, tu foto siempre me ha parecido medio tétrica..

Sergio Tovar Velarde said...

Jajajaja... no me había visualizado como el niño de la profecía pero sí, la imagen me recuerda a mí! JAJAJA

Zitlaly Osuna said...

Las únicas casitas que tenía eran las de barbie, el súper convertible y el camper jaja.

Eran mis tesoros.

Anonymous said...

La verdad que tu foto si se ve medio tétrica, como que no queriendo la cosa muy bonito, muy bonito con tu paletita, pero echandole mirada de pistola al fotografo. Ya te imagino haciendole el "temblor" a la casita

Yo no tuve casita de esas, caray...

aníbal said...

Oh, una vez te dije que esa foto me recordaba al niño de la profecía, jaja y me dijiste "Grosero!!!", como muchas otra veces jajaja

luiszoniano said...

Creo... creo que si recuerdo vagamente tu casita de conejos, junto con unos pollos que tenías en tu cocina en una caja de esas para guardar folders de oficina.

Otra cosa que me acabo de acordar es de que las felicitaciones que entregaban en 3er año las enmarcaban y las ponian en el descanso de la escalera de tu casa.

Yo la única que obtuve termino de portavaso para el cafe de mi mamá a la hora que veía la novela en su cuarto.

Aaahh aquéllos tiempos.

Goodnight

Unknown said...

Y eso que no existía la jalada de la "corrección política".

Mircov said...

Yo tuve una casita pero de Mickey Mouse y las ventanas era para que pusieras la cara y tenías por fuera el cuerpo de Mickey, aún existe pero ya no encontramos algunos tubos para sostenerla =(