Tuesday, October 05, 2010

SOUVENIRS DE FRANCIA

Mis finísimos lectores. Durante los días que estuvimos en Francia, me topé con algunas cosas interesantes y, por supuesto, las comparto con ustedes.

Lo primero que encontré es que hay una estación del metro que tiene un nombre muy como yo:

Imagínenselo con acento.

Otra cosa muy maravillosa que encontré es una tienda dedicada completamente a Madonna. Wow, qué lujo. Agradezco mucho a mi amigo Ugo quien me llevó a conocerla.


También a él le debo conocer uno de los restaurantes más extraordinarios que he visitado: LE TEMPLE. Además de comida deliciosa, el lugar es una graaaaaan, GRAAAAN jotería, la decoración es impresionante.


Una simpática versión ovalada de pizzas que, si lo ven bien, viene siendo como los huaraches que comemos en México.


¿Recuerdan aquel post en que les hablé de los diferentes nombres que tienen los helados Holanda en otros países? Lo que no sé es el nombre original de la marca, pero aquí una foto de la versión francesa:

Algo de lo más impresionante que tuve la oportunidad de ver en esta ocasión fueron las catacumbas: debajo de París hay un gigantesco y complejísimo sistema de catacumbas donde yacen los restos de millones de parisinos. Éstas, que originalmente fueron minas, se emplearon después para depositar los cadáveres por una cuestión de sanidad cuando, por múltiples epidemias, el volúmen de los muertos rebasaba por mucho la capacidad de los cementerios. Bajo la 'ciudad luz' hay algo así como 300 kilómetros de redes de túneles y cámaras llenas de huesos. De ésos, sólo kilómetro y medio son accesibles para los visitantes; el resto de los túneles son tan complejos que sería sumamente fácil perderse. Los cadáveres están acomodados de forma muy estética; el lugar es escalofriante y hace falta descender bastante para acceder a él. Cómo me encantan estas cosas tétricas.



Y un último dato que me parece muy curioso, aunque seguramente muchos ya lo saben: en francés hay palabras para decir diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta y sesenta. Pero para 'setenta' se dice 'soixante-dix' (literalmente traducido: sesenta-diez). Ochenta, se dice 'quatre-vingts' (cuatro veintes). Noventa se dice quatre-vingt-dix (cuatro-veinte-diez).
Y para decir, por ejemplo, 92, dicen lo que traducido sería cuatro-veinte-doce.
A mí me parece que es una gran complicación. Pero cabe aclarar que esto ocurre en Francia y Québec, ya que en el francés de Bélgica sí existen palabras para 70 (septante) y 90 (nonante), aunque 80 es igual que en Francia.

Les recuerdo mi twitter, por si desean seguirme: @elastronauta.

Muchos abrazos y besos, finísimos lectores.

7 comments:

ED said...

Muy mal eh!
Justo al lado de las pizzas de huarache, debiste poner la latita de coca cola que tenía las sandalias.
Hubiera sido una excelente combinación. je je

Saintwolf said...

¡¡Paríiis!! Mira que justo ir cuando sabes que ando lejos... Ye te vale.
Me trae muchos recuerdos.

Yo también fui a las catacumbas, pero a la parte que no está abierta a los turistas. Hay toda una subcultura de gente aficionada que entran por alcantarillas, preparados con ropa, luces, comida y mapas.

Te mojas hasta los muslos y es bastante claustrofóbico. Hubo un tipo que se perdió en ellas y no encontraron su cadáver hasta 11 años después... Menos mal que fui con gente experimentada.

aníbal said...

Ohh, quiero ir a es restaurante!
A mi también me gustan las cosas tétricas, y me encantaría ir a las catacumbas, la energía ahí abajo ha de ser una cosa muy extraña!
No sé si fuiste al cementerio Père-Lachaise, pero a mi me encantó! :)

Sergio Tovar Velarde said...

David!!! Quiero esa experiencia, preséntame con esos amigos experimentados que me pueden dar acceso a esos sitios morbosísimos.

Debe haber más de uno que ha quedado perdido y muerto ahí, no? A éste en particular lo conocían tus amigos experimentados?

Sergio Tovar Velarde said...

Nooo fui a Père-Lachaise! :( Espero pronto.

Saintwolf said...

Pues yo fui porque una amiga mía los conocía, en realidad les estábamos haciendo el favor de salir como actores en su documental (sí, una especie de reportaje dramatizado, creo que les quedó algo cutre), así que ni siquiera he seguido en contacto con ellos.

Si algún día vas, ten claro que no es como dar un paseíto debajo de tierra.
Yo me lo esperaba mucho menos "hostil", pero me encantó.

Acabamos absolutamente cubiertos de barro y suciedad, estuve como 8 o 9 horas con los pies mojados (entramos cuando anochecía y salimos cuando estaba amaneciendo), tuvimos que cruzar túneles reptando y bastante claustrofóbicos... Pero de las experiencias más únicas que he tenido hasta ahora, esa visita turística que nadie más ha tenido en París.

El tipo murió hace décadas, y es como una leyenda entre los que entran ahora; no creo que nadie le haya conocido. De hecho hay una lápida en la que se cuenta su historia como homenaje (sólo como homenaje, obviamente no está enterrado ahí).

No son sólo túneles, hay salas en las que cada una tiene su nombre y tienen una particularidad. Y hay también un bunker alemán que los nazis utilizaron.

Y sí, no sé concretamente cuál es la cifra de gente que ha muerto ahí pero me extraña que no ha debido de ser más de uno. Ya que si se te acaba la luz, no hay manera de salir, es literalmente un laberinto de varios kilómetros.

Aunque por lo que vi y me contaron, la gente entra o sabiendo de sobra o con alguien experto en el tema y muy preparada.

lheito said...

Oye que envidia yo qiero ir a conocer este restaurante... y Paris es muy lindo... que ilusión.
Lo de los huesos(wwwaahh) es muy parecido a lo que hay en un monasterio en Lima solo que aquí no permiten hacer fotos y te requisan antes de entrar...