Monday, October 25, 2010

FUMADORES

Mis finísimos lectores:
Antes de entrar en materia, quiero dejar clarísimo que respeto, ante todo, los hábitos y gustos de cada quien y que este texto es una opinión respetuosa.

Algo que nunca dejará de asombrarme es ese letrero en los baños de los aviones que indica que hay una multa para quienes destruyan los detectores de humo. Siempre he hace preguntarme: ¿Qué tan desesperada tiene que estar una persona por fumar para desear chingarse los detectores?
Y lo veo en todos lados: en el cine, en el teatro, en reuniones. Siempre hay alguien que, con absoluta y angustiante desesperación, sale corriendo en la primera oportunidad para ponerse a fumar. Y, claro, muchas personas gastan una cantidad bastante importante de dinero cada mes en cajetillas. Por otro lado también tenemos, claro está, los gigantescos problemas para la salud: la del que fuma y la de quienes lo rodean. Y no puedo dejar de mencionar el pésimo aliento que el cigarrillo deja. Para nadie es agradable estar cerca de alguien a quien la boca le huele mal; y el fumador que piense que no tiene ese problemita, THINK AGAIN.
Ante todo esto, yo me pregunto: ¿Cuál es entonces el beneficio del cigarrillo? ... Ante tantos contras, ¿cuáles serían los pros?
¿Ayuda a adelgazar? -pregunto- una amiga súper gordita, cigarro en mano, responde: "Yo digo que no". ¿Es bueno para relajarse? "Pues ni siquiera", me responden. Es, más bien -por lo que me comentan-, un hábito sin mucho razonamiento detrás. Incluso, varios me han confesado que inició como una simple pose y luego ya se quedaron enganchados. Si alguno de ustedes tiene una apología diferente, escríbala en un comentario.

Mi punto con esto es que yo respeto, ante todo, los gustos y hábitos de cada quien. Y precisamente por eso, me parece fundamental que, de igual forma, quienes sí fuman sean respetuosos con quienes no lo hacemos.

De lo que quiero hablar es, justamente, de las normas mínimas y elementales que creo que deberían seguirse para una sana, respetuosa y cordial convivencia entre los que fuman y los que no.

Conozco fumadores que son educados y respetuosos; y que son concientes de lo invasivo y molesto que puede ser su hábito y que, por eso mismo, toman todas las medidas necesarias para incomodar lo menos posible a los otros. Lamentablemente, éstos son los menos.

Exploremos algunas de las costumbres más desagradables de algunos fumadores inconcientes. Algunas de las cosas que diré a continuación pueden parecen obviedades pero CRÉANME, hay muchos que lo hacen. Espero que ninguno de mis finísimos lectores se sienta señalado y si alguien sí, quizá es momento de reconsiderar sus modales de fumador.

EL FUMADOR EN LA MESA. De todas las faltas de educación de un fumador, ésta me parece, por mucho, la peor. Me molesta demasiado que, en una mesa donde hay personas comiendo, alguien tenga la desconsideración y pésima educación de prender su cigarrillo y ponerse a fumar. Esto me parece increíblemente grosero. "¿No te molesta si como mientras fumas?", les decía un amigo.

EL FUMADOR EN CASA AJENA. En mi opinión, si un fumador está en una casa ajena, debe preguntar al dueño de la casa si puede fumar en vez de, simplemente y por sus huevos, prender su cigarrillo y dejar la casa oliendo mal. (Aplica también para el coche, como atinadamente dice mi querido Al_ex).


EL FUMADOR EN LUGARES CERRADOS. Me parece que, aunque se esté en un lugar donde fumar sea permitido, por puro sentido común y consideración con el prójimo, si se trata de un espacio cerrado y reducido, debería evitarse fumar. Y es que, en general, un fumador debería tratar a toda cosa -en mi opinión- de evitar que sus acompañantes no-fumadores tengan que soplarse su humo. Está comprobado que el cigarro es dañino no sólo para la salud de quien lo fuma sino también para la de quien respira el humo. Por lo tanto, qué pinche ojete que alguien me eche humo en la cara y yo no tenga otra opción sino respirarlo, afectando mi salud. Como decía mi amigo escritor Ricardo: "Si yo no pongo asbesto en tu cara, ¿por que tú sí me echas el humo de tu cigarro en la mía?". Como saben, los productos derivados del asbesto provocan cáncer. Así que ésta me parece una frase muy atinada.
Fumar en lugares de no-fumadores, como restaurantes o cuartos de hotel, es una de las cosas más cretinas que un fumador puede hacer. Esto, quiero yo creer, es tan obvio para todos que ni siquiera profundizaré.

Yo no fumo. Nunca he fumado ni siquiera medio cigarrillo. Y en verdad deseo seguir así. Pero por mí, que cada quien fume lo que quiera y como quiera; ése es su legítimo derecho. Pero sin perder de vista que los derechos de uno terminan donde comienzan los del otro.

Si ustedes conocen otras descortesías por parte de fumadores, compártanlas. Y si son fumadores y tienen argumentos pro cigarro, compártanlos también.

Abrazos y besos, mis finísimos lectores.

17 comments:

Anonymous said...

Totalmente de acuerdo! me encantaba que esa regla de no fumar en set siempre fue fundamental :D

Laura

Unknown said...

Comparto totalmente tu opinión. No hay cosa más horrible que tener a un fumador cerca...

La verdad, yo soy de lo más intolerante con este vicio, pero lo soy porque los fumadores son de lo más irrespetuosos con los que no fumamos.

Unknown said...

Otra situación, similar a la de fumar en casa ajena, es la de fumar en coche ajeno!!

Que desconsideración fumar en un espacio tan encerrado como un coche, además de dejarlo apestando a cigarro, que riesgo el poder quemar las tapicerias o vestiduras!!!

Marco Gizmo said...

Contrario a la mayoría de la gente que conoces, te voy a compartir un conocimiento que tengo como fumador conciente e informado.

Efectivamente todo lo que dices es correcto excepto por un detalle. En tu análisis dices que no encuentras un "pro" al habito de fumar, y al preguntarselo a un fumador, no te lo puede dar, esto es completamente lógico porque el fumador promedio no entiende lo que el humo del cigarro le provoca, sin embargo es muy simple, la avalancha de componentes químicos que libera el tabaco durante la combustión actuan como estimulantes en algunas zonas cerebrales provocando un efecto químico muy similar al que experimentas durante la resolución del coito (OJO, no estoy hablando del orgasmo).

No estoy ni halabando al cigarro, ni defendiendolo, ni mucho menos desacreditando tus argumentos.

Entiendo y apoyo tu posición y te dejo con una reflexión, si tu pudieras envasar la sensación de satisfacción que te viene después del orgasmo y y tuvieras el poder de liberarla a tu entero antojo en momentos de tensión, tristeza o confusión ¿Lo pensarías dos veces?

¿Esta cañon no?

Muy bueno tu artículo, saludos!

Julini said...

Fumar es un placer
genial, sensual.

Fumando espero
al hombre a quien yo quiero,
tras los cristales
de alegres ventanales.

Y mientras fumo,
mi vida no consumo
porque flotando el humo
me suelo adormecer...

Tendida en la chaisse longue
fumar y amar...

Ver a mi amante
solícito y galante,
sentir sus labios
besar con besos sabios,
y el devaneo
sentir con más deseos
cuando sus ojos veo,
sedientos de pasión.

Por eso estando mi bien
es mi fumar un edén.

Dame el humo de tu boca.
Anda, que así me vuelvo loca.

Corre que quiero enloquecer
de placer,
sintiendo ese calor
del humo embriagador
que acaba por prender
la llama ardiente del amor.

Julini said...

Saludos! No comparto tu postura del todo creo que tienes razón en algunos puntos pero creo que eres un poco talibán en otros... yo fumo poco pero tbm creo que los no-fumadores deberían respetar a los fumadores. Niestzche: Hay mayor pulsión vital en nuestros vicios que en nuestras virtudes!

Sergio Tovar Velarde said...

Gizmo, agradezco mucho que visites el blog y tus comentarios.
Además, en este debate me parece muy positivo que alguien informado ofrezca argumentos.

Todo lo que dices suena muy bien y, desde luego, si en realidad el cigarro ofrece la posiblidad de experimentar sensaciones similares a las del coito como mencionas, no negaré que suena atractivo.

Antes que otra cosa, aclaro que mi entrada no va en contra del cigarro ni de los fumadores per sé; sino en contra de los malos hábitos y falta de educación que algunos tienen.

Sin embargo, de los puntos que mencionas, hay varios que debatiría:

- Tu argumento no está contemplando a aquellas personas que no lo hacen como una elección en búsqueda de sensaciones placenteras, sino como una adicción; una nada fácil de dejar, por cierto. Cuando ya no lo controlas, hay un problema. No es lo mismo buscar sensaciones por puritito gusto que por angustiosa necesidad.

- Me preguntas si, de tener acceso a una experiencia de esa naturaleza, lo pensaría. Si es algo que, costo beneficio es tan dañino, caro, adictivo y molesto para los demás. Por supuesto, me lo pensaría y mucho. Si lo piensas, estos mismos argumentos que comentas podrían darse de tantas y tantas drogas.

Aun así, TE DOY LA RAZÓN y volviendo a mi punto de alegato inicial: digamos que, como dices, el cigarrillo ofrece toda una gama de chingonas sensaciones. Te hago la siguiente pregunta, ¿consideras correcto que un fumador moleste a otras personas y afecte su salud en aras de tener sensaciones placenteras? ¿te cae?
Si lo hace en su casa o en lugares apropiados, me parece excelente. Pero no me parece correcto hacerlo a costa del otro. Es ése, en realidad, mi único alegato. La desconsideración para con los demás.

Por ejemplo, la masturbación también relaja, da placer y satisfacción. Yo defenderé siempre la masturbación como una práctica muy positiva. Pero siempre convendrá saber dónde y cuándo es apropiado. No en cualquier lugar.

Ante todo, lo que aprecio y agradezco es la posibilidad de establecer un debate inteligente, cordial y fundamentado. De eso se tratan los blogs, me da un gusto enorme saludarte, Marco.

Abrazo. :)

Sergio Tovar Velarde said...

Julini, gracias por el toque poético. :)

En mi entrada yo defiendo cuatro puntos elementales:
1- Que no fumen mientras como. 2- Que no fumen en mi casa sin pedir permiso. 3- Que no me fumen en la cara. 4- Que no fumen en áreas designadas para no fumadores.

¿En verdad son muy "talibanes" mis puntos?

Y te daré la razón: repito, y retomando a Nietzsche*, los vicios de cada quien ESTÁN CHINGONES, Y SON MUUUY RESPETABLES y los aplaudo de pie.

¿Es mucho pedir que cada quien lleve a cabo sus vicios de manera tal que no afecte a otros que los comparten?

Va de nuevo: no estoy en contra de los vicios. Estoy en contra de que los vicios de otros me afecten a mí por puritita desconsideración.

Un abrazote.

Anonymous said...

Yo si fumo pero solo socialmente y casi siemrpe acompañado de otros fumadroes. a mi sí se me hace que fumarle en la cara a alguien para sacar placer es casi lo mismo que jalartela y echarselos al prójimo encima.

R.C.

(porque seras tan pinche pelenero, cabron, jaaa)

Sergio Tovar Velarde said...

Jajajajjaa, Pinche Robertito qué cabrón. Te adoro por exagerado... y por corriente.

Sergio Tovar Velarde said...

Es como jalársela y echárselos al otro en la cara... teniendo una enfermedad venérea. JAJAJAJAJA.

No, mentira, pero me hiciste soltar una carcajada.

Anonymous said...

Chancros o herpes, weee

ja ja ja ja

Anonymous said...

Pero entonces si tú pides respeto dalo también a los fumadores.

Marco Gizmo said...

@El Astronauta: Efectivamente, una cosa es un habito y otra cosa es como se ejerce, y creo que eso o se limita al consumo del cigarro. Podrían plantearse muchos escenarios aparte del del cigarro en los que un habito es incomodo para el resto de la gente como:

Suponte una reunion en tu casa a la que llega un invitado que, sin preguntar, llega con una botella y comienza a bebersela hasta terminar hebrio, haciendo incoherencias, incomodando a tus invitados, ensuciando tu baño... y en este caso sería el mejor de los desenlaces ya que como todos sabemos el abuso en el consumo del alcohol es factor de riesgo que desencadena accidentes tragicos, fatales y mucho mas inmediatos que el humo del cigarro.

O podemos irnos a lo mas simple, como las personas que tienen el habito de llevarse la mano a los genitales constantemente, o de meterse los dedos a la nariz sin empacho, hay quienes se comen las uñas en público o se rascan las orejas, se sacan el calzon del trasero... ¿le sigo?

Aqui el punto es que el hecho de que alguien tenga un habito, no le da derecho a ejercerlo las veces que quiera en el lugar y momento que le plazca. Esto es un tema de tolerancia, tu toleras que yo tengo un habito (fumar), yo tolero que no quieras que ejecute en tu presencia o en tu casa.

Desgraciadamente el habito del cigarro es socialmente aceptado en nuestra sociedad y eso agrava la situación. En algunos países, dicho sea de paso, fumar en público es tan mal visto, como ir por la vida rascandote el ano todo el tiempo.

Saludos!

Sergio Tovar Velarde said...

Así es Marco. Estoy total y absolutamente de acuerdo contigo.
Hablo del cigarro esta vez, pero, tal como mencionas, hay una cantidad inmensa de vicios y hábitos que pueden ser poco consideradas para los demás. El alcohol, sin duda, una de ellas.
Pero de las más dañinas-malolientes-frecuentes, pues sí, sin duda el tabaco.

Un abrazo. :)

Paty Ring said...

Te olvidaste d eun punto importantísimo. Que hay de esos que fuman cuando hay niños o hasta bebés cerca? ESO es descosnideración.

El propio Tomás said...

Gracias a Dios que dejé de fumar. Estoy demasiado arrepentido de haberlo hecho durante tantos años. Es una estupidez. Fumar es como vivir en un inframundo de autoengaño. Para dejar de fumar no se requiere mucha voluntad, sólo estar conscientes de lo inútil y dañino que es. Lo peor es que por tantos años se volvió práctica común y socialmente aceptada. Fumar sí que es "contranatura". Jeje, saludos. ;)