El día de hoy, éste, su finísimo serviblog rinde homenaje a una de mis películas favoritas de la infancia:
PIE PEQUEÑO EN BUSCA DEL VALLE ENCANTADO.... La recuerdan?? ...si no, significa que son demasiado jóvenes para ver este blog, >:)
La cinta narra cómo un grupo de dinosaurios debían trasladarse a una nueva vivienda (el valle encantado) tras una terrible sequía en su espacio habitual. El protagonista es un niño dinosaurio llamado Pie pequeño. Forma, junto a amiguitos que va conociendo, una bandita que se propone llegar hasta el valle sin morir en el intento. Lamentablemente, la madre del también llamado "piecito" muere en una escena tan triste como la de Bambi, o hasta más. Y, como agravante, un terrible T-Rex los persigue porque les tiene idea.
Hay dos cosas que me dan un coraje terrible acerca de esta película. La primera es que yo, que siempre procuré ser un niño informado en los temas que me interesaban (los animales, los dinosaurios y las brujas), sabía qué especie de dinosaurio era cada uno de los personajes.
Piecito era un diplodocus, Cera un triceratops, Púas un estegosaurio, Dienteagudo era un Tiranosaurio Rex. Petrie era un pteranodón y, mi favorito, Patito, era un saurofo.
Pero en la película, a las especies les ponían nombres chistosos: llamaban a los brontosaurios, "cuello largos", a los triceratops "tres cuernos". Yo me enojaba porque me parecía que era tonto que menospreciaran a los niños ofreciéndoles nombres falsos para hacerlos más "fáciles y accesibles", en vez de fomentar un conocimiento científico!
Recuerdo en la primaria pleitos que tuve con mis compañeritos imbéciles. Yo dibujaba un triceratops y llegaban a decirme: "qué bonito te quedó tu 'tres cuernos'".
Yo: "es un triceratops, no existe un dinosaurio llamado 'tres cuernos', ni 'cuello largos' ni 'dienteagudo'...".
Ellos (burlándose): "Qué tonto eres, Sergio. Ése es un tres cuernos. DAAAHHHH".
Y yo, enfurecido como gusano con sal y limón, me repetía en silencio que era maduro para mi edad, lo que siempre fue mi pobre consuelo.
La otra cosa que odié de Pie Pequeño fue la absurda proliferación de pésimas secuelas. ¡¡Increíble!! Creo que ya van como en la 15 (y contando). Destruyeron la buena reputación de una bellísima película volviéndola una pésima saga.
En fin, por lo pronto, ésta es una belleza y ELASTRONAUTA.NET, su seguro serviblog, se quita el sombrero.
La cinta narra cómo un grupo de dinosaurios debían trasladarse a una nueva vivienda (el valle encantado) tras una terrible sequía en su espacio habitual. El protagonista es un niño dinosaurio llamado Pie pequeño. Forma, junto a amiguitos que va conociendo, una bandita que se propone llegar hasta el valle sin morir en el intento. Lamentablemente, la madre del también llamado "piecito" muere en una escena tan triste como la de Bambi, o hasta más. Y, como agravante, un terrible T-Rex los persigue porque les tiene idea.
Hay dos cosas que me dan un coraje terrible acerca de esta película. La primera es que yo, que siempre procuré ser un niño informado en los temas que me interesaban (los animales, los dinosaurios y las brujas), sabía qué especie de dinosaurio era cada uno de los personajes.
Piecito era un diplodocus, Cera un triceratops, Púas un estegosaurio, Dienteagudo era un Tiranosaurio Rex. Petrie era un pteranodón y, mi favorito, Patito, era un saurofo.
Pero en la película, a las especies les ponían nombres chistosos: llamaban a los brontosaurios, "cuello largos", a los triceratops "tres cuernos". Yo me enojaba porque me parecía que era tonto que menospreciaran a los niños ofreciéndoles nombres falsos para hacerlos más "fáciles y accesibles", en vez de fomentar un conocimiento científico!
Recuerdo en la primaria pleitos que tuve con mis compañeritos imbéciles. Yo dibujaba un triceratops y llegaban a decirme: "qué bonito te quedó tu 'tres cuernos'".
Yo: "es un triceratops, no existe un dinosaurio llamado 'tres cuernos', ni 'cuello largos' ni 'dienteagudo'...".
Ellos (burlándose): "Qué tonto eres, Sergio. Ése es un tres cuernos. DAAAHHHH".
Y yo, enfurecido como gusano con sal y limón, me repetía en silencio que era maduro para mi edad, lo que siempre fue mi pobre consuelo.
La otra cosa que odié de Pie Pequeño fue la absurda proliferación de pésimas secuelas. ¡¡Increíble!! Creo que ya van como en la 15 (y contando). Destruyeron la buena reputación de una bellísima película volviéndola una pésima saga.
En fin, por lo pronto, ésta es una belleza y ELASTRONAUTA.NET, su seguro serviblog, se quita el sombrero.